Características del niño prepúber

La velocidad de crecimiento alcanza su punto más bajo (4,5-5 cm al año), fenómeno fisiológico conocido como depresión prepuberal de la velocidad de crecimiento, más marcado en los niños que maduran tardíamente. El crecimiento durante este periodo prepuberal proporcionalmente es mayor en las extremidades que en el tronco, y el aumento de tamaño cefálico es muy escaso, generando un aspecto a los niños más esbelto. 

En esta edad tiene lugar una auténtica socialización por los iguales. Los compañeros y amigos adquieren protagonismo, pasan a tener numerosas experiencias y realizar mas comidas fuera del entorno familiar. Se produce el destete afectivo. A nivel intelectual tienen una mayor capacidad de razonamiento y organización del pensamiento, apareciendo la lógica formal y abstracta. Y a nivel psicológico, conforme avanza esta etapa, van siendo capaces de controlar la impulsividad, siendo capaces de pensar y de descubrirse a sí mismos, potenciándose la reflexión y la imaginación. Expresan con palabras sus deseos y sentimientos, lo que les facilita la comunicación verbal y emocional. Por todo ello, este periodo es propicio para seguir forjando hábitos saludables de alimentación y de estilos de vida. 

El apetito en esta edad está influido por la disminución de las necesidades energéticas y menor metabolismo basal debido a un crecimiento más lento en etapas iniciales de este periodo. A esta edad los niños son capaces de responder a señales internas de apetito y saciedad, y no a señales externas (horario de comidas, tipo de alimento que debe ingerir en cada comida). Dependiendo de la densidad energética de los alimentos que les ofrezcamos y de sus necesidades para ese momento, realizará un tipo de comida u otro. El niño tiene capacidad de autorregulación de la ingesta.