El Niño (6 años)

En general, vigilar el correcto desarrollo de los niños es fundamental para detectar de forma precoz aquellos trastornos que puedan tener una repercusión en su evolución. Tanto en lo que hace referencia a su desarrollo motor, como en su escolarización y su adaptación social, adquisición de patrones de conducta adecuados y habilidades.

Entre los 3 y los 5 años perfecciona todas las habilidades manuales iniciadas en el segundo año siendo este momento el inicio del aprendizaje de la escritura. La agudeza visual del niño sigue aumentando durante la etapa preescolar. A los 2 años es aproximadamente la mitad y a los 5 años dos tercios de la del adulto. No tendrá la agudeza completa hasta la época escolar. Los ojos están preparados para realizar movimientos tan precisos como la lectura, y la visión en tres dimensiones (visión binocular) está bien desarrollada. Gracias a esto puede calcular distancias y situarse en el espacio que le rodea,

Poco a poco el niño irá utilizando conceptos cada vez más complejos, conjugando los verbos de forma apropiada, introduciendo adjetivos, preposiciones etc. Podrá construir frases completamente correctas en torno a los 5 años y medio. A nivel afectivo muestra sentimientos de gratitud, simpatía y comprensión y es capaz de usar diversas formas de cortesía, lo que le proporcionará habilidades de socialización en la mesa.

Se puede considerar que en la etapa preescolar el punto de corte en cuanto a maduración y ganancia de habilidades psicomotoras son los 4 años, ya en el quinto año los juegos de hacen mas imaginativos y ya se instauran  reglas sencillas en su conducta tales como pedir permiso ya no cogen nada sin permiso así como compartir en el juego.

Después de los 5 años se debe ir preparando para el inicio de la escuela primaria es importante, porque a los 6 años pasa a la siguiente etapa que es la etapa escolar. Hay que tener en cuenta la maduración cerebral para conseguir un rendimiento escolar óptimo; en cortas diferencias de edad (entre los 5-6 años) pueden encontrarse variedades en el lenguaje expresivo y receptivo, habilidad para pintar y habilidad para el aprendizaje, comprensión del lenguaje, etc, hay que saber detectar estas pequeñas diferencias porque pueden condicionar una dificultad para el aprendizaje y afectar el rendimiento escolar, estas diferencias pueden ser vistas en niños con antecedentes de prematuridad y se han encontrado también entre poblaciones infantiles pertenecientes a familias de diferente nivel económico-social. Son diferencias que pueden neutralizarse en corto tiempo adaptando el plan de enseñanza, por ello es de interés su detección precoz. Normalmente el cuidado del niño consigue una mejoría del rendimiento escolar.