El Recién Nacido

¡Por fin ha nacido tu hijo! A los primeros 28 días de vida le llamamos periodo neonatal y durante esta etapa el niño es especialmente vulnerable porque durante el periodo neonatal presentan un crecimiento muy rápido, el más rápido de toda su vida, con gran exigencia alimenticia. Además, su inmadurez y las escasas reservas corporales limitan su adaptación al exceso o defecto del alimento.

La alimentación tiene un papel clave en la regulación del crecimiento durante los primeros meses de la vida, además influye en la expresión de genes que van a manifestarse a lo largo de su vida.

Es necesario asegurar un adecuado aporte alimenticio evitando deficiencias de nutrientes como el zinc, calcio o hierro. Pero es importante un equilibrio, porque el exceso de energía y proteínas también modula la secreción hormonal y los depósitos grasos del niño.

Por tanto, la alimentación en este periodo de la vida requiere especial atención ya que tanto el defecto, como el exceso de nutrientes contribuyen en la llamada programación metabólica, es decir, el estado nutricional no sólo influye en la adaptación postnatal y el pronóstico del lactante, sino que también afectará a su salud a largo plazo, repercutiendo en el desarrollo de enfermedades de la edad adulta como la diabetes, las dislipemias o la enfermedad cardiovascular.