Ninguna tolerancia con el tabaco durante la gestación. ¡Muy peligroso para el feto y el recién nacido… no es broma! Infórmate sobre sus peligros.

El Tabaco: Tóxico Para Ti Y Tu Bebé

El embarazo es un periodo muy sensible a una multitud de factores externos que pueden afectar al crecimiento y desarrollo del bebé, como es el caso del tabaco.

El tabaco es una sustancia insana que se desaconseja a cualquier edad por sus efectos cancerígenos y sus perjuicios en el sistema respiratorio, entre otros. En el embarazo su “prohibición” es aún más recomendada por el personal sanitario por las alteraciones que son capaces de producir sus más de 5 000 compuestos químicos diferentes, ya sea consumiéndolo directamente o respirando el humo de los fumadores del alrededor (conocido como fumadora pasiva). Muchos de estos compuestos son capaces de cruzar la placenta y llegar sin problema al feto, causándole grandes daños en sus células y, por lo tanto, afectando a su correcto desarrollo. Si el tabaco es tan perjudicial en un adulto, ¿te imaginas lo que es capaz de hacer a un bebé que está en plena fase de desarrollo? Pues bien, es sabido que uno de los efectos que tiene es contraer los vasos sanguíneos de la madre y de la placenta, provocando así el menor transporte de nutrientes y oxígeno al bebé. Este fenómeno da lugar a la alteración de los diferentes sistemas (como el respiratorio y el circulatorio), así como la disminución del crecimiento de las neuronas y su conexión entre ellas. Estos efectos cerebrales se han relacionado con alteraciones motrices, cognitivas y del lenguaje en los primeros años de vida. Otra de sus consecuencias puede ser el aborto o la muerte súbito del recién nacido.

El embarazo es un buen momento para dejar de fumar y poder mantener esta situación a posteriori. Continuar fumando tras el nacimiento del bebé sigue teniendo consecuencias negativas para éste, pues se convierte en un fumador pasivo y afecta a su crecimiento. Por otro lado, si recibe como tipo de lactancia leche materna también se les estará transmitiendo determinados compuestos del tabaco a través de ella, como la nicotina. Algunos de los efectos que se han observado en niños de madres fumadoras son: alteración de sueño (la calidad del sueño es menor, porque aunque duerman más veces al día su duración es más corta), irritabilidad y lloro constante por su dependencia a la nicotina.

Por todo ello, es vital que se sigan haciendo campañas de concienciación para alertar de los efectos de esta sustancia insalubre y ofrecer ayuda de un equipo especializado para dejar de consumirlo y ganar salud.




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