Los Micronutrientes Y La Lactancia Materna

Recordemos que los micronutrientes son elementos que el cuerpo noes capaz de generar y por tanto su cantidad depende exclusivamente de la ingesta. Y aunque suelen necesitarse pequeñas cantidades su papel en el correcto funcionamiento del organismo suele ser fundamental 

Con una dieta equilibrada durante el periodo de la lactancia y los correctos suplementos alimenticios nos aseguraremos del aporte de nutrientes en esta etapa tan importante en la mujer, ya que su correcta alimentación tendrá un impacto positivo el crecimiento y desarrollo de su recién nacido. 

En primer lugar, hablaremos del hierro. En un parto vaginal la hemorragia que se produce de forma normal es de 500mililitros y en una cesárea puede llegar a 1000mililitros. En las pacientes que tengan anemia en el postparto se le recomendarán suplementos de hierro para recuperarse cuanto antes, a parte de los 18 mg /día basales para toda mujer que podrá obtener de carnes rojas y el hígado, los mariscos (berberechos, almejas, mejillones), los frutos secos (nueces, pistachos, almendra tostada), el sésamo, las verduras de hoja verde, y las legumbres.

Hay algunos micronutrientes que para que sean secretados en leche materna dependen directamente de la ingesta. Éstos quedan expuestos en la siguiente tabla junto con los alimentos fuente de los mismos.

El ácido fólico ha de incrementarse hasta 500 microgramos al día durante la lactancia para compensar el que se secreta en la leche. Por eso se recomienda continuar con suplementos polivitamínicos durante esta periodo de tiempo. Las necesidades de calcio en la mujer lactante son las mismas que durante la gestación, muy incrementadas: mínimo 1 gramo al día sin sobrepasar los 2,5

La suplementación alimenticia pretender ser una de las estrategias para la prevención de la depresión postparto, ya que ciertas deficiencias nutricionales pueden favorecer su desarrollo. Se ha relacionado con el hierro, el ácido fólico, las acido grasos Omega-3, las vitaminas del grupo B y la D, el calcio y el selenio. Aún así, de momento no hay una evidencia científica fehaciente al respecto.