Principales hitos del desarrollo en el segundo semestre

En esta edad continúa la maduración de la deglución y la capacidad de manejar nuevas texturas.  La desaparición de la extrusión lingual hacia los 6-9 meses, con la reducción del babeo y mejora del sello labial durante la deglución, así como, la adquisición del control de tronco y por ende la sedestación hacia los 6 meses, colaborará en la adecuada adquisición de dicho proceso. Además, todo ello facilitará el comienzo del uso del vaso.

La erupción de los dientes temporales contribuirá en la mejor percepción de texturas por parte del niño y aumentaría el interés del niño por nuevos alimentos. Dicha erupción suele seguir un orden de tiempo de aparición con pequeñas variaciones que dependerán de cada individuo. Los incisivos centrales y laterales erupcionan antes del primer año de vida, entre los 8-13 meses de edad y el primer molar superior puede aparecer a partir de los 12 meses de edad. 

El proceso de manejo de la consistencia puré, suele estar maduro alrededor de los 8 meses, ya que es capaz de realizar el machacado del alimento de forma segura. A partir de este momento comienza la maduración de la masticación para texturas más sólidas, debido al desarrollo de las habilidades oromotoras. Por todo ello, la alimentación se hace más variada en texturas y calidad basándose generalmente en purés, alimentos prensados o con texturas blandas y líquidos. Finalmente, entre los 9-12 meses se puede aumentar la consistencia de los alimentos, bebiendo más en vaso. El niño puede colaborar en llevarse la cuchara a la boca y sujetar la taza o el biberón.

A partir de los diez meses, el alimento comienza a ser lateralizado a un lado y otro de la boca por el comienzo de movimientos laterales linguales. Aunque no es hasta los 2 años cuando el patrón masticatorio con movimientos rotatorios de maxilar inferior y de lateralización lingual comienza a estar presente.